En el corazón del País Vasco, entre el mar y la montaña, en el pueblo de Ainhoa, clasificado como uno de los pueblos más bonitos de Francia, esta posada ha conservado su alma y su autenticidad desde el siglo XVII.
Diez habitaciones cálidas y acogedoras, una zona de relax con spa. Un restaurante tradicional, un bar, una terraza en la ladera de la montaña para atenderle con el buen tiempo. Aparcamiento privado gratuito.
Un hotel-restaurante con una atmósfera zen, un ambiente vasco y ese «je ne sais quoi» de creatividad y modernidad que hará que su estancia sea única.